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domingo, 28 de abril de 2013

Entrevista Al País

   Buenos días, mi nombre es Venezuela. Aunque nací hace más de dos siglos sigo siendo bella, mis playas son preciosas, mi clima es lo más increíble del mundo, soy una maravilla de mujer, y confirmo que es cierto porque mis vecinos suelen verme con envidia pero a pesar de eso me llenan de halagos, me dicen que soy linda, maravillosa, que tengo de todo. La mayoría de mis vecinos quieren ser mis amigos, pero tengo la leve sospecha de que solo lo hacen porque en el vecindario se corre un rumor de que soy rica, no entiendo cómo pueden inventar esa barbaridad; hace mucho tiempo que en mis mercados escasea la harina que tanto me gusta para las arepas de la mañana. Tampoco he podido comer mi cereal porque la leche desapareció de los estantes. Estoy fuera de forma, he tenido que dejar de comer arroz porque ni eso consigo, solo de golosinas se ha vuelto mi dieta. Lo peor es que no consigo el papel toale para... bueno, ustedes saben para que. A pesar de todo, mis vecinos vienen seguidamente, me gusta mucho tener amigos, yo siempre he estado de acuerdo con la unión, pero cada vez que vienen buscan en mis bolsillos un supuesto oro negro. Eso me molesta. No señor. Mi oro se queda aquí. Del color que sea, ¡eso es de mis habitantes!

   Me siento triste. Ayer vi como una familia huía de mí en un avión, ¿Por qué huyen? ¿Tan mala soy? ¿Que tiene Estados Unidos que no tenga yo? Yo vi nacer a Simón Bolívar, a Paez, a Sucre, a todos ellos. Yo les doy el beneficio de vivir en un país seguro, no permito que entren huracanes, ni siquiera tiemblo, bueno, muy poco. Yo soporté todos esos malos tratos de la madrastra España. Todo para que hoy mis habitantes se sintieran cómodos e integrantes de un país, exitoso y con espacio para todos.

   "¿Por qué ahora se van?" Era la pregunta que me hacía antes de revisar los periódicos. Parece que una madre esta llorando porque a su hijo, a su único hijo, a su pedazo de cielo; Joseito, le quitaron la vida con una bala, ¿Por qué hacen eso? él no tenía la culpa, lo único que tenía eran 16 años de edad, un balón de fútbol firmado por Arango y mucho futuro.

   Me acerque a un barrio, el corazón de Caracas, Petare. Entonces me asuste, pistolas y demás armas, sangre derramada, madres de apenas 15 escasos años por culpa de una violación. Cuarenta y tres personas están sin techo y su único refugio es la esperanza, pero nada firme, nada tangible. Y es aquí cuando pienso: ¿Esta es la realidad de Venezuela? ¿Esta es mi realidad? Yo no soy ese tipo de país, a este paso seré solo un nombre vanidoso, uno más en la historia. Todos decían que era el tesoro de América. He sido engañada, mi vida es una mentira. Falsificar la belleza debería ser un crimen, sus consecuencias son atroces.

   "¡Enfermarse, comer y vestir se han vuelto lujos muy caros, pero luchar, resistir y perseverar, es gratis!" Esto se grita por mis calles, las voces de millones de venezolanos salieron a defenderme. Esta situación se va a terminar, lo veo venir. Pero necesito la ayuda de todos los venezolanos, solo así podrán ayudarme. Gracias por la entrevista, gracias por leerme.

   En mi posición como ciudadano opino que hay que construir a Venezuela. Nadie es tan fuerte como para hacerlo solo y nadie es tan débil como para que su esfuerzo sea en vano. Esto nos compete a todos, esto deber de todos. Nunca he dudado a pesar de tantos errores y tropiezos, de que los venezolanos seamos capaces de erigir un país para todos. Aquí hay que luchar por una riqueza económica, dejar de depender de una renta petrolera, reforzar el turismo y la agricultura, acabar con la deuda externa e interna, cobrar todo el dinero que hemos prestado a entidades extranjeras y ayudar a los pequeños empresarios. Debemos trabajar por un progreso social, mejorar la educación, reducir la delincuencia, y quitarnos esa ridícula idea de que porque él o ella no piensen igual deben ser excluidos. Hay que estabilizar de una vez por todas la política, que ningún poder este sometido a un gobierno, que todos los organismos sean parciales y que los medios de comunicación puedan expresarse sin mordaza.

En fin, hay que construir un país. Y se construye con el esfuerzo de todos. Esto es por mi pueblo, es por ti Venezuela.




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