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domingo, 24 de marzo de 2013

Tiempos De Reflexión

   En cualquier lugar de Venezuela, por doquier he visto un gran deterioro, de la economía, de alimentos, de seguridad, e incluso, de optimismo. Han sido tiempos difíciles para los venezolanos. La violencia está desbordada, la falta de empleo aumenta constantemente y las disputas entre nosotros mismos son cada vez más notorias y frecuentes. Ahora estamos en tiempos de reflexión, ahora, más que nunca tenemos la oportunidad casi tangible de cambiar, de unirnos, de mejorar.

   Aunque la mejora de un país está en las manos de cada uno de sus habitantes, el cambio de un presidente, gobernador, alcalde o cualquier funcionario político tiene un gran impacto en el país, últimamente esos impactos han destrozado la economía de Venezuela, han dividido a su pueblo y han traído otros problemas los cuales ignoran, desde la mala educación hasta el alto precio de la vida. La política está para ayudar al pueblo, no para enriquecer a un gabinete, está para fundar la democracia, no para abusar de los poderes. En mi opinión los buenos valores políticos están en extinción.

   Pero a pesar de todo eso cada vez que veo a una familia, a unos compañeros e incluso a unos desconocidos defendiendo sus derechos, defendiendo nuestra Venezuela, noto sonrisas y miradas llenas de esperanza, deseos de salir adelante, ganas de subirse al tren que lleva a la mejor Venezuela. Esas sonrisas con sed de un país seguro, esas miradas llenas de esperanza son las que me motivan a seguir adelante, a poner mi grano de arena. Hoy sé que no somos cientos, tampoco miles, somos millones de venezolanos que vamos en un tren hacia la mejor Venezuela y de aquí nadie nos baja hasta llegar a nuestro destino. En este tren no importan ideologías, no importa color ni nivel social, aquí caben todos los que quieran salir adelante, todos los que están dispuestos unirse. Constantemente menciono la unión porque es lo que necesitamos, porque yo no sirvo de enemigo y si alguien me quiere tomar de enemigo, me rindo. Basta de peleas. Para llegar a nuestro destino debemos apegarnos a los rieles del dialogo y del respeto.

  Con el pasar de los años vamos adquiriendo ciertas ventajas, ventajas que nos van ayudando e identificando a lo largo de nuestra vida. Una de mis ventajas es mi familia, la que siempre me ha apoyado, la que nunca ha faltado cuando necesito consejos, gracias a ellos hoy, soy lo que soy. Otra más de mis ventajas son mis amigas y amigos, aquellos que más que amigos son hermanos y que al igual que mi familia han sabido ganarse todo mi afecto. También están algunos que ya no me hablan, pero le doy las gracias porque me enseñaron que no hay que confiar en todo el mundo. Cuento con la ventaja de ser venezolano, de haber nacido en este paraíso natural con nombre de mujer. La ventaja de poder presumir de nuestras inmensas sabanas, de nuestra cultura, e incluso de nuestro increíble humor. Tengo la enorme ventaja de que usted me este leyendo. Usted, madre, padre, abuelo, o joven, porque quiero que todos los habitantes de mi país tengan un mejor vivir, respetando los derechos de los demás y haciendo cumplir los suyos. Y espero poder ser una ventaja para todo el que me lea, porque el futuro que yo planteo en el cual todos participamos es uno lleno de oportunidades, uno donde no se excluye a nadie, un futuro con un país unido, un futuro con una mejor Venezuela repleta de progreso y de un mejor vivir. 

   Si usted piensa igual que yo, y quiere ver a Venezuela bien, aporta tu grano de arena siendo un mejor ciudadano, e impulsando a los demás a ser mejores. Aquí todos podemos ayudar, aquí todos podemos mejorar, solo hay que reflexionar.


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